El 50º Maratón de Berlín atrajo a más de 54.000 corredores de todo el mundo para participar en lo que se convirtió en el mayor maratón de la historia. Para muchos, se trataba de una experiencia única en la vida, una oportunidad de experimentar la magia del maratón. Pero detrás de cada paso dado el día de la carrera había meses de duro trabajo, sudor y perseverancia. Para los que se entrenaron con los entrenadores de COROS, el viaje hasta el Maratón de Berlín fue tan importante como la propia línea de meta. Sus experiencias cuentan una poderosa historia sobre los altibajos del entrenamiento y sobre el hecho de que, aunque correr sea un esfuerzo en solitario, en realidad nunca estás solo.



Superar los días difíciles

Entrenar para un maratón nunca es fácil. No se trata sólo de hacer kilómetros, sino también de equilibrar las exigencias de la vida cotidiana. Muchos corredores han tenido que luchar para compaginar su entrenamiento con sus apretadas agendas, sus compromisos sociales y las realidades de la vida.


«Entrenar en verano, y sacar tiempo de otras actividades o fiestas todos los fines de semana, eso fue duro». Aditya B.


Pero, como cualquier corredor que se entrena para alcanzar un objetivo, hicieron que funcionara, sabiendo que cada pequeño esfuerzo contaba para alcanzar el objetivo mayor. Por supuesto, siempre habrá obstáculos inesperados en el camino. Las lesiones y enfermedades obligaron a algunos corredores a modificar su entrenamiento e incluso a replantearse sus objetivos.


«Mi piedra del camino fue el esguince de tobillo que me hice en la tercera semana. Sin el trabajo de velocidad ni las carreras largas, mantenerme mentalmente comprometido fue lo más difícil.» -Joshua B.


Sin embargo, a pesar de estos contratiempos, los corredores mantuvieron su compromiso, encontrando formas de ajustarse y seguir progresando, incluso cuando el camino parecía diferente de lo esperado.

A veces, lo más difícil es simplemente mantenerse constante. El entrenamiento para un maratón es un trayecto largo, y mantener la motivación durante semanas y meses no es fácil. La sensación de formar parte de un equipo y saber que otros estaban pasando por los mismos retos ayudó a muchos corredores a mantener la concentración y a superar los días difíciles.


Encontrar motivación en la comunidad

¿Qué hace que los corredores sigan adelante cuando el entrenamiento se atraganta? Para muchos, es el sentido de comunidad, la sensación de que no lo estás haciendo solo. Compartir el viaje con amigos, familiares y otros corredores marca la diferencia. Los corredores a menudo encuentran motivación en las pequeñas cosas, como ver a otros corredores publicar sus entrenamientos en el grupo Strava del Campus de Entrenamiento COROS, lo que les da el empujón que necesitan para ponerse las zapatillas.


“El movimiento me mantiene en marcha y, últimamente, seguir el ritmo de los compañeros que publican sus actividades en Strava me ha ayudado mucho.” -Aditya B.


Saber que otros estaban trabajando igual de duro les ayudó a seguir adelante, incluso en los días en que la motivación era baja. Las conversaciones con otros corredores y con los entrenadores COROS sobre el entrenamiento para el maratón a menudo también despertaban una inspiración inesperada.


“Hacer saber a la gente que me estaba entrenando para EL Maratón de Berlín abrió conversaciones increíbles." -Joshua B.


Estos momentos de conexión, ya fuera escuchando la historia de la carrera de otra persona o recibiendo una palabra de ánimo, nos recordaban que formábamos parte de algo más grande. No se trataba sólo del viaje de una persona, sino de una experiencia compartida.



Los momentos decisivos

Todos los maratonianos tienen esos momentos en los que el trabajo duro empieza a dar sus frutos, esos momentos decisivos en los que te das cuenta de lo lejos que has llegado. Para algunos, esta comprensión llega a mitad del entrenamiento, durante una carrera larga que parece más fácil de lo esperado o un entrenamiento que, no hace mucho, parecía imposible.


“Veía cada entrenamiento duro con un 'No hay forma de que pueda hacer esto', pero terminaba cada uno de ellos dándome cuenta de que debía estar preparada para ello.” - Dorota T.


El progreso no siempre es visible de inmediato, sino que se acumula lentamente a lo largo de un ciclo de entrenamiento. Mirando hacia atrás, pueden ver lo lejos que han llegado, y cómo cada paso les ha acercado a su objetivo.


“Ponerme a trabajar a lo largo del tiempo produjo resultados que no siempre eran visibles en el día a día, pero mirando atrás, podía ver lo lejos que había llegado.” -Clemens Z.



Son esos momentos en los que te das cuenta de que todos los madrugones, las carreras largas y los duros entrenamientos te han hecho más fuerte. El día de la carrera, muchos corredores sentían una tranquila confianza. Habían seguido sus planes de entrenamiento, habían hecho el trabajo, y ahora, en la línea de salida del maratón más grande del mundo, estaban preparados para afrontar el reto que les esperaba.



Cruzar la meta: Más que una medalla

El momento de cruzar la línea de meta en el 50º Maratón de Berlín es algo más que un logro personal: es una celebración de todo lo que ha venido antes. La energía del día de la carrera era eléctrica. Con miles de espectadores en las calles y los icónicos monumentos de Berlín como telón de fondo, los corredores no podían evitar sentir la emoción que aumentaba con cada paso.


“Toda la carrera me pareció un club de atletismo gigante y no pude evitar darlo todo.”


Cruzar la línea de meta en la Puerta de Brandemburgo fue una sensación de tantas emociones diferentes. Después de meses de preparación, de superar lesiones, de equilibrar las exigencias de la vida y de mantener la motivación en todo momento, la línea de meta fue la celebración definitiva.

El 50º Maratón de Berlín fue un día repleto de récords personales, tanto en términos de tiempos como de la sensación de logro que cada corredor llevaba consigo. Pero más que eso, fue una celebración del viaje: las semanas de entrenamiento, el apoyo de los seres queridos y el crecimiento personal que supuso superar los límites. Cada corredor tenía su propia historia, pero juntos formaban parte de algo mucho más grande que ellos mismos.


MÁS QUE PARCIALES